Un día de viento, frío, y barro en los caminos. Aún así mereció la pena acercarnos al Valle de Mena, donde confluyen tres arroyos, dos de ellos enfrentados entre sí con sendas cascadas, dignas de admirar. El arroyo que viene del norte se desliza por los toboganes rocosos, mientras que el arroyo sur, genera una gran cascada. Este paraje de gran belleza presenta dificultades ya que no se ven senderos, al menos ahora durante el invierno.
Salimos desde el pueblo de San Pelayo, y recorremos los pinares por caminos embarrados. En primer lugar nuestro destino es el Alto del Cabrio para contemplar el valle.
Desde este mirador natural del Alto del Cabrio, las vistas son impresionantes, allí encontramos restos de una trinchera, y al asomarnos vemos nuestro destino, con una de las cascadas, en toda su longitud, deslizándose por la ladera de la montaña.
Tras atravesar un pequeño puente nos encontramos en la parte superior de la cascada sur (río Ordunte). La mas visible. Es necesario descender con cuidado y avanzar unos metros en el hayal para ver otra más cuando este arroyo se desploma en el siguiente arroyo.
Buscamos un sitio para atravesar en el arroyo que viene del oeste, con pequeños saltos de agua...
La zona de conexión es de difícil acceso, y a penas hay perspectiva para las fotos, lo mejor es conservar la belleza de la zona en nuestras retinas.
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Ubicación: San Pelayo (Burgos)
Desnivel acumulado 420 metros
Kilómetros recorridos 9,4 kms (circuito)
Puedes ver el mapa o bajarte la ruta en:
https://cascadas.aguasal
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Kilómetros recorridos 9,4 kms (circuito)
Puedes ver el mapa o bajarte la ruta en:
https://cascadas.aguasal
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